¿Sabías que, según la Organización Mundial de la Salud, en 2025 la mitad de la población mundial vivirá en zonas con escasez de agua? Este es un recurso natural que debemos valorar mediante un uso consciente y cuidadoso.

En este artículo te damos algunos datos sobre este recurso, te contamos cómo lo valoramos a diario y también te damos acceso a varios consejos para poner en práctica. ¿Vamos a eso?

Importancia de conservar el agua

El planeta Tierra tiene un 97% de agua salada , mares y océanos, y sólo el 3% del agua es potable. Sin embargo, sólo el 1% del agua potable está disponible.

La mayoría no se pueden consumir por ser salados o en forma de hielo. Por tanto, la única agua consumible es la que proviene de ríos, lagos o acuíferos subterráneos. Sin embargo, el 70% del agua subterránea se encuentra a gran profundidad, lo que dificulta su aprovechamiento.

El ser humano sobrevive con este ínfimo porcentaje de agua que cada día se ve impactada negativamente por falta de una adecuada conservación.

Según las Naciones Unidas , “actualmente alrededor de 2.200 millones de personas no tienen acceso a agua potable y 4.200 millones de personas viven sin un saneamiento adecuado”. Se espera que los impactos del cambio climático amplifiquen estas cifras si no se hace nada para cambiar este problema.

Añaden que la solución pasa por aumentar las inversiones en cuencas e infraestructuras de agua potable y, principalmente, mejorar la eficiencia de su uso. Es necesario intensificar los esfuerzos para fortalecer la resiliencia y la adaptación de las poblaciones afectadas por los efectos del cambio climático.

La forma en que utilicemos nuestros recursos hídricos dictará la calidad de vida de las generaciones futuras. Para solucionar este problema, Bill Gates invirtió en la creación de equipos para ayudar, en primer lugar, a los países subdesarrollados a tener acceso a bienes esenciales para la vida, como el agua.

De esta forma, el equipo transforma los excrementos humanos en agua potable. Calienta los excrementos a una temperatura de 1000 grados centígrados para extraer agua, que es sometida a otros tratamientos que la hacen potable. Para generar energía para extraer agua, se queman excrementos, lo que produce suficiente calor.

Recurso de uso diario

Todos los días utilizamos agua, ya sea para cocinar, bañarnos, limpiar el hogar o incluso para tirar de la cadena del inodoro. Lo utilizamos en la producción de alimentos, ropa, automóviles o libros. Para construir casas, carreteras y calentar o enfriar edificios.

Con la electricidad que se produce a partir de la circulación del agua, podemos iluminar nuestros hogares y ciudades.

La forma en que utilizamos este recurso no sólo afecta a nuestra salud, sino que tiene un impacto en toda la vida que depende de ella. La contaminación, la alteración de los hábitats acuáticos y el cambio climático comprometen la calidad y disponibilidad del agua.

Una vez utilizado para uso doméstico, puede contaminarse con sustancias químicas, microplásticos o aceites de cocina. Muchos de estos contaminantes permanecen en el agua, incluso después de ser sometidas a procesos de tratamiento de aguas residuales.

En agricultura, puede contener residuos de sustancias químicas utilizadas en fertilizantes y pesticidas. Después de su uso, parte de esta agua regresa a un cuerpo de agua, comprometiendo su uso posterior.

Uso en Portugal

Se estima, según un estudio sobre la huella hídrica en Portugal , que el uso de agua en nuestro país es de 52 metros cúbicos por persona al año. Sin embargo, sumando a este consumo personal el agua que se gasta en bienes de consumo, desde la agricultura hasta la energía, se concluye que cada portugués es responsable de utilizar alrededor de 2.264 metros cúbicos al año.

Este consumo sitúa a Portugal en la sexta posición (en un grupo de 140 países analizados) entre los que tienen mayor huella hídrica por habitante.

Esta huella se refiere al volumen total de agua utilizada a nivel global para la producción de bienes y servicios consumidos por sus habitantes en territorio nacional y extranjero, en el caso de bienes importados.

Esta importante huella hídrica en Portugal se debe a la insuficiencia del sector agrícola, ya que importamos la mayoría de productos agrícolas a España.

Para cambiar este escenario debemos:

  • Desarrollar herramientas apropiadas para la gestión del agua;
  • Invertir en concienciar a la sociedad sobre la elección responsable de bienes y servicios;
  • Garantizar la educación sobre el uso del agua para consumo personal.

Consejos para conservar el agua

Como consumidores tenemos un papel activo en la preservación del bien más valioso de nuestro planeta. Aquí encontrarás algunos consejos para asegurar su conservación:

  • Cierra el grifo mientras te cepillas los dientes o te enjabonas;
  • Utiliza un recipiente para recoger el agua de la ducha mientras no esté caliente, ya que tiene numerosos usos: para lavarse las manos, regar las plantas, cocinar o lavar verduras o frutas, fregar el suelo de la cocina, entre muchos otros. Sólo necesitas dejar volar tu imaginación.
  • Riega las plantas durante las horas más frescas.
  • Considera cambios en tu dieta, ya que muchos alimentos requieren un gran consumo de agua: come menos carne y alimentos procesados. Elija alimentos locales y de temporada.
  • Reflexiona sobre los cambios en tus hábitos de consumo: compra menos y reutiliza más. ¿Sabías que la mayoría de los productos manufacturados requieren grandes cantidades de agua?
  • Utiliza menos el coche y elige alternativas de movilidad más respetuosas con el medio ambiente: bicicleta, patinete eléctrico, transporte público, carpooling, entre otros. De esta forma estarás reduciendo el consumo de energía fósil, ya que la producción de combustibles implica grandes cantidades de agua.
  • Ahorra energía. Utilizar electrodomésticos y electrodomésticos más eficientes en cuanto a agua y energía.

¿Cómo ayudamos con esta preservación?

El aceite de cocina usado tiene un impacto en nuestro medio ambiente de innumerables formas, ya sea en nuestros hogares, el medio acuático, la red pública, el suelo y el clima.

A partir de esto desarrollamos una solución innovadora y sostenible utilizando residuos. Utilizando aceite de cocina usado creamos detergentes ecológicos basados ​​en una economía circular mediante la reutilización de ingredientes y envases, reduciendo así el uso de recursos primarios.

Nuestros detergentes se producen esencialmente a partir de materias primas de origen vegetal, altamente naturales y biodegradables. El 60% de la degradación de estos productos se produce en menos de 24 horas y el 40% restante se descompone a los pocos días de su uso.

También tenemos la opción de vender al por mayor, una forma más económica que te permite adquirir la cantidad de producto que desees y así adaptar tus compras a las necesidades del momento.

Aseguramos la reutilización de residuos ambientalmente peligrosos, transformándolos en productos de limpieza eficientes, ¡sin tener un impacto negativo en el agua!

Y tú, ¿sabes ya qué medidas implementar para preservar este recurso?